Entre las más fascinantes invenciones que en el mundo han sido, el ferrocarril tiene un lugar privilegiado. Y tiene también un museo en La Habana.
Hijo de la revolución industrial, llego a Cuba el 19 de noviembre de 1837, cuando la Compañía de Caminos de Hierro de La Habana abrió la línea de 27,5 kilómetros desde la capital cubana hacia Bejucal. Cuba se convertía así en el séptimo país en el mundo en poseer este medio de transporte. El primer servicio de ferrocarril lo había logrado Inglaterra en 1825, luego le siguieron Estados Unidos, Francia, Alemania, Bélgica y Rusia.
Maquinas inglesas, estadounidenses, rusas…,(algunas son joyas invaluables como la locomotora de vapor La junta que es la que mas piezas originales conserva), llenan un espacio de nostalgia en la Habana vieja.
La Estación Cristina, la mas antigua de la ciudad, alberga estos hierros hoy inmóviles, pero que en sus tiempos acarrearon el progreso de la nación.
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