La Habana tiene aroma a tiempo. Una humedad secular impregna cada fachada o muro
Puerto de mar y capital de una isla sin par, se reinventa y levanta desde sus ruinas. Las inevitables de los años y las imperdonables del abandono. Se levanta poco a poco, con la inteligencia de la restauracion, de la mano de la Oficina del Historiador, hijo legitimo de uno de sus barrios y continuador de la obra de sus antecesores.
Y con el esfuerzo de todos los que creen en la obra del bien y el progreso.
Es una ciudad donde pocos escapan a su amor. Y al embrujo del paseo por sus calles y malecon, avenida medular de cada habanero.
Es la ciudad de todo el que la ame, no importa de donde venga.
Hoy, cumple 490 años.
Pan a
3 comentarios:
Bonito reportage de la Habana, este verano estuve allí y es impresionante. En primavera tengo previsto volver, esta vez con una buena cámara y sacar el más mínimo detalle. Soy aficionada a la fotografía.
Me preguntaba si habrías hecho fotos del taller de Gráfica en el callejón del Chorro...
Un saludo!
Caro amigo, belas fotografias...Espectacular....
Um abraço
Ciao!
Complimenti per questee belle fotografie!
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