Este domingo, justo cuando empezó la primavera y la Tierra alcanzó el punto más cercano al sol, llegó Calle 13 a La Habana. Todo podría parecer casual pero me gustaría que no lo fuera. Preferiría pensar que la música de estos jóvenes, y particularmente la valentía y el lirismo “urbano” de Rene Pérez, se extienden por el mundo como lo hace la estación de las flores.
Se les esperaba desde hace meses —años pensarían sus fanáticos— pero las regulaciones especiales del Departamento de Estado del imperio del norte para Puerto Rico, en su condición de colonia, y para Cuba, la “otra” isla ambicionada por Estados Unidos en el Caribe, hicieron que el viaje se pospusiera una y otra vez.
Finalmente los permisos fueron dados y este martes, desde las cinco de la tarde, en la Tribuna Antiimperialista José Martí, miles de cubanos seremos testigos de cuánto “fluye” en escena el verbo intrépido y rebelde del Residente (Rene Pérez); como lo conmueve “física y estéticamente” la cercanía al mar y la posibilidad de “ver el atardecer desde el escenario”.
“La música es una necesidad para mí como lo fue para Picasso el período azul”, aseguró a la prensa. Calle 13 le canta “a todo lo que nos rodea: lo sexual, la religión, la política, las fiestas, los hombres, las mujeres, los homosexuales, los bisexuales” y desde el punto de vista musical es fusión de ritmos, latinos, caribeños y contemporáneos con el lenguaje urbano y metafórico de los humildes.
“Estamos deformando el idioma desde que llegaron los españoles a casa, dijo, la Real Academia también lo hace. Pero eso es chévere porque así surgen palabras nuevas y hablamos diferente.
Junto a Residente llegó su inseparable hermano, Eduardo Cabra, el Visitante, quien también necesitaba reconectar su historia personal y musical con Cuba: Para mí era obligatorio venir, dijo, y otro tanto ocurría a los más de 20 puertorriqueños, músicos casi todos, que les han seguido en esta aventura por la Mayor de la Antillas.
¿Dónde hay rumba esta noche?, me preguntaron al salir, como si las dos horas del concierto del sábado en Maracay, Venezuela, el insomnio y las tensiones del viaje no los hubiera casado lo suficiente.
Tatuado y tímido, disimulando el cansancio y el nerviosismo propio de quien arriba extrañas tierras, se presentó Residente ante esta periodista que aprovechó la poco frecuente circunstancia de estar en el lugar y el momento adecuados, y consiguió esta exclusiva para los visitantes de Fotocuba
¿Qué habías oído de Cuba?
Mi papá venia mucho para Cuba en los años 80 y mi hermana estuvo en varias brigadas de trabajo voluntario. Yo era chiquito pero recuerdo eso y también haber escuchado música cubana. Luego vi algunas películas, entre ellas Soy Cuba, redescubierta por Francis Ford Coppola, pero que en realidad fue realizado por un ruso; Fresa y Chocolate, y también una sobre el tema de los balseros.
¿Qué sentimientos te provoca?
Cuba me provoca sentimientos de amor y también de curiosidad. Todavía la tengo y por eso estoy aquí, para llenar la curiosidad, conocer a la gente y compartir…
Ustedes han llegado en un momento en que existe una campaña mediática en el mundo contra Cuba. ¿Temen que les puedan cuestionar la visita?
Me enterado de algo, no tengo detalles de qué sucede, pero tampoco me importa mucho. Todos los países tienen situaciones. Es normal que pasen cosas y que uno llegue en medio de eso. Nosotros hacemos es música. Si podemos colaborar lo hacemos, si no, pues no pasa nada.
¿Cuál es el secreto de Calle 13 que a pesar de incorporar la temática social y otros asuntos polémicos en su música, han tenido un respaldo no solo a nivel popular sino también de las disqueras, premios en los Grammys…?
Yo creo que el secreto es ser honestos con lo que sentimos y no habernos casado con nadie a ningún nivel, ni por fanatismo político religioso ni de ningún tipo. Hemos tratado de ser lo más objetivos posible, aunque a veces la objetividad es imposible. Con el tiempo me he dado cuenta de que lo que uno piensa termina siendo lo que mucha gente también cree.
Desde el punto de vista musical lo nuestro es fusión y la palabra es incluir. Calle 13 incluye sexualidades, religiones, políticas, tipos de música, diferentes pensamientos, y eso nos ha ayudado a ir por una línea de trabajo interesante.
¿Qué problemas les ha ocasionado declararse a favor de la independencia de Puerto Rico?
¿Problemas? En verdad nos hemos ganado 12 Grammys. El único problema entonces podría ser que hay un sector en Puerto Rico que no le guste lo que hacemos pero yo creo que eso se irá destruyendo en la medida en que la gente vaya aprendiendo que ni uno ni otro, como individualidad, está mal y sí que todos tenemos derecho a pensar de forma independiente. Mucha gente nos ha aceptado, incluso, a pesar de saber cómo pensamos.
¿Sabes del bloqueo de Estados Unidos a Cuba?
Sé de ese tema por mi familia y pienso que está mal y no es lo único que está mal en el mundo. La educación es fundamental ese sentido, tanto en mi país como en Latinoamérica e incluso entre los latinos que viven en Estados Unidos, pues es el verdadero camino para que la gente se entere de las cosas y puedan evaluar por sí mismos.
¿Cuál es la idea de esta visita y del concierto del martes en la Tribuna Antiimperialista?
Yo fluyo en la tarima. No soy un “desbocao”. No digo cualquier cosa, solo lo que siento y sé que esta vez serán cosas bonitas pues hace rato que quería venir y me han contado que la gente aquí conoce la música de Calle 13.
Kelvis Ochoa es amigo de una de mis hermanas, nunca lo había visto personalmente pero he escuchado su música y veremos qué sale de compartir el espacio en el concierto.
Me han mostrado un plan de hacer un montón de cosas en esta visita, entre ellas visitar escuelas de arte, y un encuentro en la Casa de las Américas. Será interesante pero no sé si alcanzará el tiempo para hacerlas todas. También quiero salir a la calle y conocer gente.
Después del hacer el documental Sin mapa, ¿piensas seguir en el mundo del audiovisual?
Estamos trabajando en otro documental que va a tratar sobre la identidad latinoamericana en general y la caribeña en particular. Una de las ideas es que vamos a cruzar una de las fronteras norteamericanas pero al revés, como de regreso, para encontrarnos con la gente que va de Latinoamérica hacia Estados Unidos y tratar de ayudarlos, darles agua y decirles por dónde andan los guardias (guardafronteras) y de paso, si nos pregunten por qué regresamos, comentarles: “Es que allá está mala la cosa. Yo vuelvo pa´ mi casa”.
3 comentarios:
Gracias René por acercarnos este excelente trabajo y las hermosas imágenes del concierto. Fuerte abrazo pa vos y Leslie
Esta es una fiesta de LOCOSSS....we ...we...we..! Pero yo soy el único que no estoy loco..!. Muy buen tema para Panamá...jajajaja
Muy bien Rene...me gustaria que visitaras mi blog y me dieras tu opinion
www.mabelsoy.blogspot.com
Chaooo
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